jueves, 20 de septiembre de 2012

Morralla virtual

Hay ocasiones en las que uno lee un libro y acaba blasfemando contra él por su pésima calidad. A veces no se precisa ni realizar la lectura, basta con observar el título (en plan "memorias de la Pantoja" o "los cien mejores chistes de Arévalo") para pronosticar, con total éxito, la nula calidad de la obra. En todos estos casos se suele pensar, o al menos yo, que menudo gasto de papel inútil, que vaya árboles más tontamente sacrificados o que se podía aprovechar la tinta en cosas algo mejores. El caso es que esta misma sensación no se suele tener cuando uno ve el equivalente a estos "libros" pero en la red, una cantidad de lugares virtuales que bien podrían desaparecer y el mundo seguiría girando tan pancho.
Pero no solamente quiero hacer referencia a lo ridículo del contenido de algunas webs, que en efecto son para escupirle a la pantalla de nuestro ordenador, sino que quería hoy centrarme en el contenido superfluo de la red, en la colosal cantidad de material que se va copiando de un lugar a otro y que acaba por ocupar un porcentaje de la intranet que ni por asomo merece. Y para explicar, y a la vez probar empíricamente, mi teoría he querido realizar un pequeño experimento, el cual paso a exponer.
De todos es sabido que una de las páginas más recurridas a la hora del plagio descarado es Wikipedia. No voy aquí a indagar en la fiabilidad de sus contenidos (que podría), sino que simplemente deseo comprobar cuántas páginas comparten determinado contenido con esta enciclopedia. Para ello simplemente he realizado una búsqueda de algo suficientemente conocido, he copiado un párrafo considerable (no solamente dos o tres palabras) y he buscado en google cuántos resultados arrojaba con esos mismos vocablos y en ese mismo orden (con una búsqueda entrecomillada). En primer lugar he usado la entrada dedicada a Rafa Nadal y he copiado textualmente el siguiente párrafo:
Del mismo modo, también es el único tenista masculino de la historia que ha ganado en un mismo año (2010) tres Grand Slam en tres superficies distintas.
Pues bien, este texto de 27 palabras (google no permite, al parecer, buscar más de 32 palabras) y que contiene variedad gráfica (puntos, comas, paréntesis...) arroja la friolera de 3160 resultados. Casi nada. Si contamos todas las páginas que se han ido copiando unas a otras sin cambiar ni una coma obtenemos un total de 3160 webs (que serán 3161 cuando se publique esta entrada). A mí, personalmente, me parece una barbaridad que haya, de un plumazo, 3159 páginas que se podrían suprimir y la red no perdería información alguna.
Pero permítanme que no pare aquí, pues quizá a alguien le puede parecer que no son tantos esos resultados. Es posible que haya elegido una búsqueda algo particular, pues se trata de un personaje vivo y en activo, cuyos datos pueden ir cambiando con el tiempo. Hagamos lo mismo con alguien cuya vida, de buen seguro, ya no va a sufrir muchos cambios. Entremos en el apartado de Wikipedia dedicado a Mozart y seleccionemos un texto de 32 palabras, por ejemplo el siguiente:
En palabras de críticos de música como Nicholas Till, Mozart siempre aprendía vorazmente de otros músicos y desarrolló un esplendor y una madurez de estilo que abarcó desde la luz y la

Metemos el texto entre comillas en el buscador de google, le damos a buscar y... voilá! Nada más y nada menos que 137000 resultados (que ahora serán 137001). Miles de páginas de biografías o similares que han copiado sin delicadeza alguna el texto tal cual de otra web, sea Wikipedia u otra. En fin, si a algún lector le parecen pocos resultados 137000 yo ya abandono el blog y me dedico a la cría del escarabajo de la patata.

Quizá me salga levemente de mi temática, pero no me resisto a plasmar una de las anécdotas más curiosas en mi vida laboral como profesor. En cierta ocasión propuse a mis alumnos realizar un trabajo de ciertos matemáticos, investigar un poco sobre su vida y obra pensando, iluso de mí, que alguno iba a coger una enciplopedia o algún libro de consulta. Lo gracioso no es que descubriera, sin demasiada dificultad, que la mayoría de los trabajos eran un copy-paste de alguna página web, sino que uno de mis pupilos me entregó la web imprimida tal cual, con la publicidad de una línea erótica de contactos en el lateral incluída.
En definitiva, mi intención es promover la originalidad de lo que se publique, sea en una web o en un libro. No es pecado sacar algún dato, nombre o fecha de otras páginas, pero de ahí a calcar párrafos enteritos hay una diferencia más que notable. Como decía aquel anuncio de la tele, don't imitate, innovate.
 
 

lunes, 3 de septiembre de 2012

Depresión posvacacional

Somos muchos los que en estos comienzos de septiembre finalizamos nuestros periodos vacacionales y hemos de volver a nuestra rutina laboral. Las noticias y los telediarios, seguramente, comenzarán a hablar de ese síntoma que llaman "depresión posvacacional". Yo soy uno de los que vuelvo al trabajo en estos días y, aunque no creo llegar al nivel de depresión, sí que me invade un pequeño bajón moral. Se me pasa pronto, en un par de días, pero hasta entonces no dejo de echar de menos esos días de no madrugar, de tener tiempo libre para retomar viejas aficiones o, simplemente, de descansar.

Sé que puede resultar un poco egoísta quejarme de este retorno laboral cuando hay mucha gente que no tiene un trabajo al que volver, pero uno no puede controlar sus propias sensaciones, sería una completa falta de sinceridad decir que estoy deseando retomar, en mi caso, las pizarras, los papeles, los libros... Eso sí, tampoco me asusta esta sensación, desde bien pequeño me cuesta horrores la "vuelta al cole", tanto en el propio colegio como en el instituto o en la universidad. Por eso, sé de sobra que en unos días desaparecerá este bajón.

En fin, no pretendo aburrir a nadie con mis penas, pero, como dice un sabio dicho del pueblo español, "mal de muchos, consuelo de tontos". El saber que hay mucha gente en las mismas circunstancias y con las mismas pocas ganas que yo de volver al curro parece que me alivia un poco. Por eso esta entrada, simplemente para que podamos desahogarnos conjuntamente todos los que finalizamos nuestro recreo y vamos sin ninguna gana y con cara de asco el primer día de vuelta. Por eso, no os cortéis y permitidme que sea un firme hombro para que lloréis esta conclusión del periodo estival. ¿Tenéis también vosotros este pequeño bajón o lo lleváis mejor?